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Radiografía de los Partos en Chile: Análisis GRD

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Radiografía de los Partos en Chile: Análisis GRD

En las columnas que siguen analizaremos algunos GRD que resultan interesantes ya sea por su relevancia en la casuística del sistema público, por su impacto en las listas de espera o por su potencial de ambulatorización. Partiremos este análisis con Partos, sin dudas la Categoría Diagnóstica Mayor (CDM) más frecuente. Recordemos que la fuente principal de información son los informes mensuales publicados por el Ministerio en el sitio de Transparencia Activa y que el propósito de estos mini estudios es mostrar el tipo de análisis que es posible realizar con los datos disponibles y ojalá incentivar a otros a realizarlos.

En las columnas que siguen analizaremos algunos GRD que resultan interesantes ya sea por su relevancia en la casuística del sistema público, por su impacto en las listas de espera o por su potencial de ambulatorización. Partiremos este análisis con Partos, sin dudas la Categoría Diagnóstica Mayor (CDM) más frecuente. Recordemos que la fuente principal de información son los informes mensuales publicados por el Ministerio en el sitio de Transparencia Activa y que el propósito de estos mini estudios es mostrar el tipo de análisis que es posible realizar con los datos disponibles y ojalá incentivar a otros a realizarlos.

Partos

Partos

El gráfico 1 muestra la evolución de partos en el sistema público de Chile . Incluye los GRD de la CDM 14 Partos, es decir, los siguientes  GRD con sus respectivos niveles de severidad:

El gráfico 1 muestra la evolución de partos en el sistema público de Chile . Incluye los GRD de la CDM 14 Partos, es decir, los siguientes GRD con sus respectivos niveles de severidad:

Gráfico 1: Evolución de partos en Chile

Hallazgos

Hallazgos

El 2024 se atendieron 98.059 partos en el sistema público versus 127.905 registrados en el 2019, es decir, un descenso de 23,1% en estos últimos años, lo cual se condice absolutamente con la baja en la tasa de natalidad de nuestro país entre los mismos años: 10,94 en 2019 vs 7,7 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes en 2024. Además, La actual tasa global de fecundidad de 1,16 hijos por mujer en edad fértil es la más baja registrada en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE-2023).

Entre las causas posibles que explican estas cifras se señalan:

  • Las mujeres están comenzando a tener hijos a edades más avanzadas
  • Mayor participación de la mujer en el mercado laboral
  • Las mujeres están priorizando la formación y el crecimiento personal, lo que puede llevar a postergar la maternidad. 
  • Los gastos asociados con la crianza de hijos, como educación, salud y alimentación, pueden ser un factor disuasivo para algunas familias. 
  • La percepción de la maternidad ha cambiado, y algunas mujeres eligen no tener hijos, priorizando la libertad individual y la autonomía personal. 

Según Martina Yopo, doctora en sociología y experta en natalidad: “La baja natalidad es un desafío demográfico para las sociedades porque tiene un impacto profundo en el decrecimiento y envejecimiento de la población”, afirmó la experta en Influyentes. “Si pensamos que todos los sistemas clave de la sociedad, economía, trabajo, salud, cuidados, se basan en el principio de que van a haber nuevas generaciones para reemplazar a las anteriores, hoy, con los niveles de natalidad que tenemos en el país, se pone en entredicho”.  Otro concepto al que se refiere la académica es el que “Chile pasa por una transformación social, influenciada por una “infertilidad estructural”. Este término, acuñado por la antropóloga española, Diana Marré, explica por qué nuestro país tiene una de las tasas globales de fecundidad más bajas del mundo[1].

Continuando con el análisis de los datos GRD relativos a partos se aprecia un aumento importante de las cesáreas que representaban  un 43,3% del total de partos el 2019 y el 2024 llegaron a representar un 46,6% (Gráfico 2).

El 2024 se atendieron 98.059 partos en el sistema público versus 127.905 registrados en el 2019, es decir, un descenso de 23,1% en estos últimos años, lo cual se condice absolutamente con la baja en la tasa de natalidad de nuestro país entre los mismos años: 10,94 en 2019 vs 7,7 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes en 2024. Además, La actual tasa global de fecundidad de 1,16 hijos por mujer en edad fértil es la más baja registrada en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE-2023).

Entre las causas posibles que explican estas cifras se señalan:

  • Las mujeres están comenzando a tener hijos a edades más avanzadas
  • Mayor participación de la mujer en el mercado laboral
  • Las mujeres están priorizando la formación y el crecimiento personal, lo que puede llevar a postergar la maternidad. 
  • Los gastos asociados con la crianza de hijos, como educación, salud y alimentación, pueden ser un factor disuasivo para algunas familias. 
  • La percepción de la maternidad ha cambiado, y algunas mujeres eligen no tener hijos, priorizando la libertad individual y la autonomía personal. 

Según Martina Yopo, doctora en sociología y experta en natalidad: “La baja natalidad es un desafío demográfico para las sociedades porque tiene un impacto profundo en el decrecimiento y envejecimiento de la población”, afirmó la experta en Influyentes. “Si pensamos que todos los sistemas clave de la sociedad, economía, trabajo, salud, cuidados, se basan en el principio de que van a haber nuevas generaciones para reemplazar a las anteriores, hoy, con los niveles de natalidad que tenemos en el país, se pone en entredicho”.  Otro concepto al que se refiere la académica es el que “Chile pasa por una transformación social, influenciada por una “infertilidad estructural”. Este término, acuñado por la antropóloga española, Diana Marré, explica por qué nuestro país tiene una de las tasas globales de fecundidad más bajas del mundo[1].

Continuando con el análisis de los datos GRD relativos a partos se aprecia un aumento importante de las cesáreas que representaban  un 43,3% del total de partos el 2019 y el 2024 llegaron a representar un 46,6% (Gráfico 2).

Gráfico 2: Evolución de cesáreas en Chile

Según la declaración de la OMS, la cesárea sólo debería realizarse cuando es medicamente necesaria, vale decir que el término del embarazo represente un riesgo para la madre o su hijo/a. Desde 1985 la OMS considera que la tasa ideal de cesárea debería estar entre el 10 y 15% del total de partos ya que no hay evidencia de que tasas superiores a ese rango estén asociadas con una reducción adicional de la mortalidad materna o neonatal[2]. Nuestra tasa de cesáreas es preocupante, de hecho, según datos de 2017 Chile es el segundo país de la OCDE con mayor número de cesáreas por cada nacimiento[3]. Algunas referencias de tasas de cesáreas en países de la OECD: Portugal: 37,5%; Alemania: 30,9%; Italia: 26%; España: 21,8%; Francia: 21,4%; Países Nórdicos:  16% (fuente: OECD).

Es importante destacar además que estos valores representan los nacimientos en hospitales públicos, no considerando aquellas mujeres que se atienden en el sector privado, donde las estadísticas han mostrado cifras más altas en relación a la prevalencia de cesáreas (73% según datos disponibles de 2021). Cabe preguntarse por las implicancias y justificaciones de instrumentalizar un proceso que es principalmente fisiológico, y que estadísticas internaciones así lo avalan.

El peso medio de una cesárea sin complicaciones es de 0.5155,  un 73% más elevado (por lo tanto más costoso) que el peso medio de un parto vaginal sin complicaciones (0.2987). Eso quiere decir que si el Precio Base de Fonasa para hospitales públicos es $2.726.560, los hospitales reciben $1.405.542 por una cesárea (en España, el costo medio de una cesárea es de €4.200  según norma 2023) y $814.424 por un parto vaginal (en España el costo medio de un parto es de €2.990 según norma 2023). Considerando que ambos tienen estancias medias bastante parecidas, ¿no será que es mejor negocio para el hospital la cesárea que el parto vaginal? O en otras palabras ¿qué tanto están influyendo los incentivos en este comportamiento?

La Estancia Media (EM) no presenta variaciones significativas en los últimos años. La EM de una cesárea sin complicaciones se ha mantenido en  3.2 días (En España, 3.58 según norma 2023) y de un parto vaginal sin complicaciones en 2.6 días (En España, 2.72 según norma 2023), lo que en general da cuenta de un proceso de atención protocolizado que se rige bajo estándares y normativas.

Por otro lado, se observa un incremento importante de partos con complicaciones. En jerga GRD, las complicaciones corresponden a pacientes que ya sea ingresan con comorbilidades importantes tales como hipertensión con algún grado de preeclampsia, diabetes, etc. o bien complicaciones que aparecen durante la hospitalización (p.e., infección postoperatoria). Los partos con complicaciones pasan de un 29,4% en 2019 a 40,3% el 2024 en cesáreas y de un 14,6% a un 22,4% en partos vaginales durante el mismo periodo. Eventualmente, una mejor calidad del registro clínico podría influir también en este incremento.

Un 23% de los recién nacidos  requiere cuidados especializados y  hospitalización en unidades de neonatología (se obtiene de la relación entre  la CDM 15 – RECIÉN NACIDOS Y OTROS NEONATOS y la CDM 14 – PARTOS). Esto habla de la importancia de que los partos ocurran en lugares con instalaciones para abordar eventuales complicaciones de los recién nacidos.

Finalmente, desde el punto de vista etario, se aprecia un incremento en la edad promedio de las mujeres parturientas de aprox. 0,8 años entre el 2019 y el 2023 tanto en cesáreas como en partos vaginales (Tabla 1), lo que evidencia que las mujeres están teniendo hijos a edades más avanzadas. Por otra parte, la edad promedio de las mujeres sometidas a cesárea es aproximadamente 2 años mayor que aquellas con partos vaginales, lo que sugiere que la edad es uno de los factores en la decisión del camino a seguir.  

Así, la edad media al dar a luz en Chile es de 28.84 años (2023), por encima de la edad media global ~28.3 años (2024), y por debajo de la edad media OECD ~30.9 años (2022).

Según la declaración de la OMS, la cesárea sólo debería realizarse cuando es medicamente necesaria, vale decir que el término del embarazo represente un riesgo para la madre o su hijo/a. Desde 1985 la OMS considera que la tasa ideal de cesárea debería estar entre el 10 y 15% del total de partos ya que no hay evidencia de que tasas superiores a ese rango estén asociadas con una reducción adicional de la mortalidad materna o neonatal[2]. Nuestra tasa de cesáreas es preocupante, de hecho, según datos de 2017 Chile es el segundo país de la OCDE con mayor número de cesáreas por cada nacimiento[3]. Algunas referencias de tasas de cesáreas en países de la OECD: Portugal: 37,5%; Alemania: 30,9%; Italia: 26%; España: 21,8%; Francia: 21,4%; Países Nórdicos:  16% (fuente: OECD).

Es importante destacar además que estos valores representan los nacimientos en hospitales públicos, no considerando aquellas mujeres que se atienden en el sector privado, donde las estadísticas han mostrado cifras más altas en relación a la prevalencia de cesáreas (73% según datos disponibles de 2021). Cabe preguntarse por las implicancias y justificaciones de instrumentalizar un proceso que es principalmente fisiológico, y que estadísticas internaciones así lo avalan.

El peso medio de una cesárea sin complicaciones es de 0.5155,  un 73% más elevado (por lo tanto más costoso) que el peso medio de un parto vaginal sin complicaciones (0.2987). Eso quiere decir que si el Precio Base de Fonasa para hospitales públicos es $2.726.560, los hospitales reciben $1.405.542 por una cesárea (en España, el costo medio de una cesárea es de €4.200  según norma 2023) y $814.424 por un parto vaginal (en España el costo medio de un parto es de €2.990 según norma 2023). Considerando que ambos tienen estancias medias bastante parecidas, ¿no será que es mejor negocio para el hospital la cesárea que el parto vaginal? O en otras palabras ¿qué tanto están influyendo los  incentivos en este comportamiento?

La Estancia Media (EM) no presenta variaciones significativas en los últimos años. La EM de una cesárea sin complicaciones se ha mantenido en  3.2 días (En España, 3.58 según norma 2023) y de un parto vaginal sin complicaciones en 2.6 días (En España, 2.72 según norma 2023), lo que en general da cuenta de un proceso de atención protocolizado que se rige bajo estándares y normativas.

Por otro lado, se observa un incremento importante de partos con complicaciones. En jerga GRD, las complicaciones corresponden a pacientes que ya sea ingresan con comorbilidades importantes tales como hipertensión con algún grado de preeclampsia, diabetes, etc. o bien complicaciones que aparecen durante la hospitalización (p.e., infección postoperatoria). Los partos con complicaciones pasan de un 29,4% en 2019 a 40,3% el 2024 en cesáreas y de un 14,6% a un 22,4% en partos vaginales durante el mismo periodo. Eventualmente, una mejor calidad del registro clínico podría influir también en este incremento.

Un 23% de los recién nacidos  requiere cuidados especializados y  hospitalización en unidades de neonatología (se obtiene de la relación entre  la CDM 15 – RECIÉN NACIDOS Y OTROS NEONATOS y la CDM 14 – PARTOS). Esto habla de la importancia de que los partos ocurran en lugares con instalaciones para abordar eventuales complicaciones de los recién nacidos.

Finalmente, desde el punto de vista etario, se aprecia un incremento en la edad promedio de las mujeres parturientas de aprox. 0,8 años entre el 2019 y el 2023 tanto en cesáreas como en partos vaginales (Tabla 1), lo que evidencia que las mujeres están teniendo hijos a edades más avanzadas. Por otra parte, la edad promedio de las mujeres sometidas a cesárea es aproximadamente 2 años mayor que aquellas con partos vaginales, lo que sugiere que la edad es uno de los factores en la decisión del camino a seguir.  

Así, la edad media al dar a luz en Chile es de 28.84 años (2023), por encima de la edad media global ~28.3 años (2024), y por debajo de la edad media OECD ~30.9 años (2022).

Tabla 1: promedio de edad de mujeres parturientas, elaboración propia basada en datos GRD publicados por Fonasa

[1] https://www.cnnchile.com/lodijeronencnn/martina-yopo-natalidad-crisis-chile_20250609/

https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/martina-yopo-sociologa-la-maternidad-en-chile-se-ha-desnaturalizado/

[2] El parto por cesárea en chile y la región de Magallanes y Antártica Chilena. reflexiones basadas en la evidencia internacional, de Susana Loaiza-Miranda, María Dolores Aarrodán-Serrano, Marisa González-Montero de Espinosa. Publicada en Revista Chilena de la Salud Pública, 2024 https://drive.google.com/file/d/1g6p2K_H8av3wS6RXz6p4np_r6J64QbQS/view?usp=drive_link

[3] https://www.latercera.com/noticia/chile-segundo-pais-la-ocde-mas-partos-cesareas/

Autores:

  • Ingeniero Didier De Saint Pierre
  • Dra. Catalina Soto
  • Kinesióloga Jéssica Cárdenas

[1] https://www.cnnchile.com/lodijeronencnn/martina-yopo-natalidad-crisis-chile_20250609/

https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/martina-yopo-sociologa-la-maternidad-en-chile-se-ha-desnaturalizado/

[2] El parto por cesárea en chile y la región de Magallanes y Antártica Chilena. reflexiones basadas en la evidencia internacional, de Susana Loaiza-Miranda, María Dolores Aarrodán-Serrano, Marisa González-Montero de Espinosa. Publicada en Revista Chilena de la Salud Pública, 2024 https://drive.google.com/file/d/1g6p2K_H8av3wS6RXz6p4np_r6J64QbQS/view?usp=drive_link

[3] https://www.latercera.com/noticia/chile-segundo-pais-la-ocde-mas-partos-cesareas/

Autores:

  • Ingeniero Didier De Saint Pierre
  • Dra. Catalina Soto
  • Kinesióloga Jéssica Cárdenas

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  • Ingeniero Didier De Saint Pierre
  • Dra. Catalina Soto
  • Kinesióloga Jéssica Cárdenas

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