NOTICIA GRD

La Asociación Australiana de Médicos (AMA) ha pedido una reforma exhaustiva de la lista de aranceles de prótesis

Al mismo tiempo, han rechazado la propuesta de introducir un modelo de pago por GRD, señalando que “El modelo GRD mejoraría el resultado final de los fondos de salud, pero está plagado de peligros para los pacientes"

La Asociación Australiana de Médicos (AMA) ha pedido una reforma exhaustiva de la lista de aranceles de prótesis  que cubre productos como marcapasos y dispositivos de reemplazo de articulaciones para caderas, rodillas y hombros y que aplican al sector privado. Al mismo tiempo,  ha rechazado la propuesta de introducir un modelo de pago por GRD, señalando que “el modelo GRD mejoraría el resultado final de los fondos de salud, pero está plagado de peligros para los pacientes. Significaría una reducción de la elección de prótesis, un aumento de los gastos de bolsillo para los pacientes y una mayor probabilidad de resultados de salud más deficientes. Las reformas a la lista deben garantizar que los médicos puedan elegir la mejor prótesis para las necesidades individuales de sus pacientes y que los pacientes no tengan que pagar gastos de bolsillo por un artículo protésico”.

A propósito de  esta noticia aparecida recientemente en la prensa, es importante recordar  que un sistema de pago por GRD no permite pagar la totalidad de la actividad realizada por un hospital. Desde el punto de vista de las prestaciones, la mayor parte de las familias GRD a nivel mundial se ocupan exclusivamente de los egresos hospitalarios. El sistema  IR-GRD usado en Chile también se aventura a explicar los costos asociados a  cirugías mayores ambulatorias, pero actiidades tales como consultas de espcialidad, hospital de día, rehabilitación etc. Habitualmente se financian con otros mecanismos. Asimismo, no todos los costos de un egreso hospitalario o de una CMA están incluidos en los precios (asociados a los pesos) de los GRD. Así, habitualmente los siguientes conceptos  se pagan por fuera de los GRD: a) determinados fármacos o tratamientos caros  asociados a una fracción muy pequeña  de pacientes, como por ejemplo el tratamiento de pacientes con enfermedades raras que ingresan por una hospitalización convencional; b) dispositivos  caros como prótesis o tecnologías costosas; c) determinadas unidades cuya existencia descansa en criterios de necesidad puntual y que no presentan escala en la producción, como por ejemplo las unidades de grandes quemados; o d) funciones, como la docencia, que nada tienen que ver con la productividad asistencial.